En un país donde las reformas tributarias parecen ser la respuesta predilecta del gobierno, Colombia se encuentra inmersa en una coyuntura financiera preocupante. La Ley 2277 de 2022 aprobada recientemente bajo la administración del presidente Gustavo Petro, marcó un cambio significativo en la carga fiscal, especialmente para las personas naturales.
Las modificaciones al Impuesto sobre la Renta para personas naturales revelan un panorama desafiante: se limitan las rentas exentas, se ajustan las deducciones y por ende, ahora las personas naturales se verán obligadas a tributar un poco mas sobre el impuesto a la renta. ¿Justicia social o exprimir aún más los bolsillos de los contribuyentes?
Pero la historia no termina ahí. El ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, ahora plantea una segunda reforma tributaria, asegurando que es para corregir un «defecto» de la reforma anterior. Sin embargo, los ciudadanos se preguntan si la necesidad real es corregir el rumbo financiero o simplemente ajustar las piezas para cubrir la creación desmesurada de nuevos ministerios.
La situación se agrava al observar el servicio a la deuda nacional, un peso que recae sobre las generaciones futuras. En los últimos tres años, el servicio de la deuda pública nacional ha experimentado un crecimiento alarmante, alcanzando los $94.52 billones en 2024. ¿Dónde va realmente el dinero del contribuyente?
Servicio a la deuda ultimos tres años
En billones de pesos colombianos
La asamblea extraordinaria de Ecopetrol y los comentarios sobre la inflación y el precio de la gasolina son solo distracciones ante la cruda realidad: un gobierno que parece más preocupado por tapar agujeros financieros con reformas que por abordar la eficiencia y eficacia del gasto estatal.
Aspectos claves de la nueva Reforma Tributaria
El gobierno nacional, liderado por el presidente Gustavo Petro, ahora busca moldear un nuevo escenario fiscal, con medidas que buscan equilibrar la carga tributaria y promover una distribución más justa de los ingresos.
1. Reducción gradual de la tasa de impuesto para las Empresas:
Una de las propuestas destacadas es la reducción gradual de la tasa de impuesto de renta para empresas, pasando del 35 % al 30 %. Esta medida, según el gobierno, pretende proporcionar un respiro financiero a las compañías, permitiéndoles mayor flexibilidad para reinvertir recursos y estimular la actividad económica.
2. Impuestos a las pensiones altas:
La reforma también contempla la imposición de impuestos a pensiones altas, especialmente aquellas que superen los 10’000.000 de pesos, con el objetivo de equilibrar la carga tributaria y garantizar una distribución más justa de los recursos.
3. Tributación de beneficios educativos y comisiones:
El presidente Gustavo Petro destaca la necesidad de vigilar los pagos en especie que las empresas hacen a sus empleados, como beneficios educativos. La propuesta sugiere que dichos beneficios, como las comisiones, también deberían tributar como impuestos.
4. Tributación para ingresos de dos a tres salarios mínimos:
Otro aspecto crucial es la posibilidad de tributación para personas que ganan entre dos y tres salarios mínimos al mes, es decir, 2’600.000 pesos. Aunque se sugiere aplicar una tasa más baja para este grupo salarial, la propuesta ha generado críticas y señalamientos, planteando interrogantes sobre su impacto en la equidad fiscal.
5. Enfoque en los rentistas de capital:
La nueva propuesta de reforma tributaria se centra en los rentistas de capital, considerándolos un punto clave para combatir la evasión fiscal. La Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian) desempeñará un papel fundamental en la identificación de los beneficiarios finales, fortaleciendo las medidas implementadas en la reforma de 2022.
6. Impacto en la carga fiscal de las Empresas:
El ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, sugiere que el aumento de impuestos para los rentistas de capital permitiría reducir las cargas tributarias de las empresas, buscando así un equilibrio fiscal y una distribución más justa de los ingresos. Sin embargo, surgen interrogantes sobre el impacto potencial en la inversión y el sector empresarial.
Hacia dónde se dirige el futuro financiero del país
Es momento de una reflexión profunda. ¿Por qué no se prioriza la optimización del gasto y la revisión de la eficiencia de las instituciones existentes antes de seguir exprimiendo a los ciudadanos con más impuestos? ¿Es la deuda nacional el legado que queremos dejar a las próximas generaciones?
