Las comisiones económicas del Congreso han aprobado en primer debate el presupuesto nacional para el año 2024, que asciende a una sorprendente cifra de 502,6 billones de pesos. Este número representa un aumento del 24% con respecto al año anterior, marcando el incremento más alto en dos décadas. Sin embargo, vale la pena preguntarnos si este incremento colosal se traducirá en una gestión más eficiente y efectiva.
El presupuesto nacional se desglosa en tres áreas principales: gastos de funcionamiento, servicio de la deuda y gastos de inversión. Para el 2024, el 62% del presupuesto se destina a los gastos de funcionamiento, una categoría que, lamentablemente, se ha vuelto cada vez más ineficiente. El 38% restante se distribuirá equitativamente entre el servicio de la deuda (19%) y gastos de inversión (19%).
Siguiendo las directrices del Ministerio de Hacienda, los recursos del presupuesto se asignan a diferentes sectores, cada uno compuesto por entidades del Estado relacionadas con dicho sector. Sin embargo, al observar los rubros, puede parecer que no proporcionan una visión completa. Aquí es donde debemos profundizar y analizar las variaciones que experimentará cada sector y cómo se alinean con las políticas macroeconómicas del gobierno de Gustavo Petro.
Destacan dos sectores que experimentarán un cambio significativo en 2024: El sector de Estadística y el sector Agropecuario están en el centro de atención. La Agencia Nacional de Tierras (ANT) en el sector Agropecuario verá un impresionante aumento del 394% en su presupuesto, mientras que el Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAC) en el sector Estadístico recibirá un incremento del 232%.
La Reforma Agraria, que busca mejorar la capacidad productiva de familias campesinas, indígenas y afrodescendientes en todo el país, continuará avanzando en 2024. El gobierno de Petro se enfrenta al desafío de adquirir tres millones de hectáreas para distribuirlas entre campesinos que actualmente no tienen títulos de propiedad.
Además, los sectores de Cultura y Deporte, Minas y Energía, y TICS no se quedan atrás, con aumentos del 40,79%, 39,25% y 37,41%, respectivamente.
Si bien el presupuesto nacional es una herramienta fundamental para llevar a cabo las políticas gubernamentales, es esencial que este gasto se traduzca en una mejora visible y palpable en la vida de los colombianos. El desafío es asegurar que estos recursos se utilicen de manera efectiva y eficiente para el beneficio de la sociedad.
Este análisis nos invita a reflexionar sobre el uso de los recursos públicos y si el aumento del presupuesto se traducirá en una mejora real en la gestión pública. La fiscalización y el escrutinio cuidadoso son esenciales para garantizar que el dinero de los contribuyentes se utilice de la mejor manera posible en el interés de la comunidad.