El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha generado una intensa polémica al revivir los mataderos municipales a través de un decreto, con el objetivo declarado de reducir los precios de la carne en el país. Esta medida ha suscitado fuertes críticas, especialmente por parte del gremio de frigoríficos, que advierten sobre posibles problemas de salubridad. En este análisis, examinaremos los alcances y las implicaciones de esta controvertida decisión.
El contexto de la decisión
El Gobierno nacional argumenta que la reapertura de los mataderos municipales es una estrategia para contrarrestar los altos precios de la carne, que afectan significativamente el bolsillo de los ciudadanos en diversas regiones del país. Para respaldar esta iniciativa, se expidió un decreto que establece los criterios para la autorización de plantas de beneficio animal de categoría de autoconsumo.
Los criterios y condiciones del decreto
El decreto establece que las plantas de beneficio animal de categoría de autoconsumo deben ubicarse en municipios específicos y cumplir con criterios detallados. Estos incluyen la categoría del municipio de acuerdo con la Ley 617 de 2000, la inexistencia de autorización para plantas de beneficio animal de categoría nacional en el mismo municipio, y la inclusión en el Plan de Racionalización de Plantas de Beneficio Animal adoptado en el departamento correspondiente.
Además, el documento impone la responsabilidad a los propietarios o tenedores de estas plantas de mantener condiciones sanitarias adecuadas, según lo determinado para el funcionamiento de la planta de beneficio de autoconsumo.
La respuesta crítica del gremio de frigoríficos
La Asociación Frigoríficos de Colombia, liderada por Álvaro Urrea, ha expresado críticas contundentes ante la decisión presidencial. Urrea califica la propuesta como un «retroceso histórico», argumentando que el modelo actual del sistema sanitario, establecido en el Decreto 1500 de 2007, ha sido fundamental para la producción y la salud humana.
El líder gremial cuestiona la premisa gubernamental de que la reapertura de mataderos municipales bajo condiciones diferentes a las establecidas en 2007 reducirá el precio de la carne. Urrea sostiene que el volumen de animales beneficiados en estas plantas es mínimo, representando menos del 3% del beneficio nacional. Además, refuta la idea de que los ahorros en transporte impactarán significativamente en el precio final de la carne, argumentando que este componente constituye solo alrededor del 3% del valor total.
Conclusiones y desafíos futuros
La reapertura de mataderos municipales en Colombia plantea importantes desafíos y controversias. Si bien el gobierno busca abordar la preocupante alza en los precios de la carne, la medida enfrenta resistencia sustancial de actores clave en la industria. El debate sobre la viabilidad técnica y las implicaciones económicas y sanitarias de esta decisión seguramente continuará, y será crucial observar cómo se desarrollan los eventos y cómo se ajusta la política en respuesta a las críticas y preocupaciones expresadas por el gremio de frigoríficos y otros sectores relevantes.
